La ministra de Relaciones Exteriores francesa, Michèle Alliot-Marie, fue recibida ayer en su primera visita a la Franja de Gaza con protestas por las declaraciones favorables a Israel que erróneamente se creyó que había hecho. Un grupo de palestinos intentó a la mañana bloquear una carretera del paso fronterizo a Gaza para evitar la llegada de la ministra. Algunos palestinos con familiares que cumplen penas de prisión en cárceles israelíes lanzaron zapatos y huevos contra el convoy de la ministra.
Los manifestantes protestaron así contra las declaraciones vertidas el jueves por Alliot Marie, que exigió la liberación del soldado israelí Gilat Shalit secuestrado en la Franja de Gaza. La organización radical palestina Hamas acusó a la ministra de partidismo al no mencionar los miles de palestinos encarcelados por Israel.
Sin embargo, la frase que supuestamente enojó especialmente a los militantes palestinos no fue realmente pronunciada por la canciller gala.
Según medios israelíes, Alliot-Marie describió el secuestro de Gilat Shalit como un “crimen de guerra”. La ministra desmintió, sin embargo, haberse referido así a la situación del soldado.
El director del grupo de derechos humanos Al-Dami, Jalili Abu Shamalla, que se reunió con Alliot-Marie, afirmó que ésta desmintió esas palabras, que al parecer había dicho en realidad el padre de Gilat Shalit.
La policía de la Franja disolvió las manifestaciones pero las protestas continuaron cuando Alliot-Marie visitó el hospital Al Quds (foto), que fue reconstruido con ayuda francesa. Un hombre consiguió golpear varias veces con su zapato el parabrisas del coche en que viajaba la ministra.
Aún no está claro si las protestas fueron espontáneas u organizadas por miembros de Hamas. La ministra no se reunirá con ningún representante de la organización islamista. El viaje fue coordinado con la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la Unrwa. Su programa incluye conversaciones con funcionarios de la ONU y una visita al centro cultural francés de ciudad de Gaza.