PRENSA

Malestar en la Casa Rosada por los duros ataques del gobierno iraní

El Gobierno tomó con preocupación y malestar la carta con la que la administración iraní rechazó la propuesta argentina para que se juzgue en un tercer país el atentando contra la AMIA. A tal punto llegó la sorpresa en la Casa Rosada que no hubo una posición oficial de respuesta a las duras acusaciones con las que el gobierno de Irán denegó la invitación que la presidenta hizo en Nueva York, durante su discurso en la asamblea anual de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La jefa del Estado anoche apenas atinó a informar que en las próximas horas habrá una comunicado de la Cancillería. Pero evitó dar su opinión. «Es una carta muy extensa. La estamos analizando», respondió la Presidenta a los medios cuando terminaba un acto en el edificio del ex Correo. De todas maneras, Cristina Kirchner dio algunas pistas del malestar que había provocado en su gobierno la respuesta de Irán. «No es una carta cualquiera», sostuvo, en referencia a la extensa misiva en la que se acusa a la Argentina de haber violado el derecho diplomático, de ejercer supuestas escuchas telefónicas a la embajada iraní en Buenos Aires e incluso de que el país haya financiado a grupos terroristas como la Organización Mujaidines. Según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales, el Gobierno recibió con un fuerte malestar la respuesta, que siembra dudas sobre el proceder de la administración kirchnerista y de los gobiernos anteriores.