PRENSA

Lula pide a la ONU que no avancen las sanciones a Irán

Brasil y Turquía pidieron ayer al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) aceptar el acuerdo que ambos países firmaron con Irán en materia nuclear y evitar que avance el proyecto para una nueva ronda de sanciones contra Teherán impulsado por Estados Unidos, apoyado por todas las grandes potencias.
Desde España, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, advirtió que «todo volverá a foja cero en caso de que el Consejo de Seguridad no se siente a negociar» las nuevas condiciones para que Irán desarrolle su plan de energía nuclear.
Lula defendió su participación en la negociación frente a Irán «porque Brasil quiere ser un actor global debido a que no está de acuerdo con el actual sistema» de la ONU.
Las cancillerías turca y brasileña defendieron en una carta enviada a los miembros del Consejo de Seguridad el acuerdo firmado con Irán el lunes para que Teherán enriquezca el uranio para su plan nuclear en Turquía, con consenso del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
«Brasil y Turquía están convencidos de que llegó la hora de otorgar una posibilidad a las negociaciones y evitar así medidas que perjudiquen una solución pacífica», señala la carta enviada a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, según divulgó la cancillería brasileña.
Un día después del acuerdo tripartito en Teherán, el Consejo de Seguridad de la ONU anunció la existencia de un borrador, impulsado por Washington, con nuevas sanciones contra Irán, al que acusan de falta de transparencia sobre su plan nuclear. Los gobiernos de Turquía y Brasil expresaron «confianza» en que el Grupo 5+1, los miembros permanentes del Consejo (Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña y Francia) más Alemania, considerará el acuerdo con Teherán.
«La declaración conjunta refleja el claro acuerdo de Irán para depositar 1200 kilogramos de uranio levemente enriquecido en Turquía. También establece una realista y alcanzable hoja de ruta hacia necesarios acuerdos que deben ser negociados entre las partes para la provisión de 120 kilogramos de combustible nuclear para el reactor de investigaciones de Teherán a cambio del uranio depositado», añade la nota.
El pacto que Lula y el premier turco, Recep Tayyip Erdogan, alcanzaron con el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, el lunes pasado está basado en un acuerdo que había intentado Washington hace seis meses.
Lula también reiteró la necesidad de una reforma de la ONU «porque si continúa así habrá serios problemas. La ONU representa al mundo de 1945, no el de 2010: hay que tener en cuenta a otros continentes».
Brasil pugna por una reforma en la ONU que lo incluya como miembro permanente del Consejo de Seguridad, con derecho a veto.
Sanciones
Más allá del reclamo de Brasil y Turquía, la Casa Blanca siguió impulsando ayer su paquete de sanciones. Las negociaciones, a nivel de expertos, continuaron ayer sobre el proyecto de resolución respaldado por el Grupo 5+1.
La idea es impedir a Irán invertir en el extranjero en ciertas actividades nucleares sensibles y permitir inspeccionar los buques iraníes en alta mar. La propuesta prohíbe además a Irán la venta internacional de tanques, vehículos blindados, aviones y barcos de guerra, así como otras armas pesadas.