El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó esta mañana el Museo del Holocausto y señaló que «la humanidad tiene que repetir todos los días tantas veces como sea necesario: nunca más, nunca más, nunca más».
En su segunda jornada de visita oficial a Israel, el mandatario brasileño acudió al museo, denominado Yad Vashem y que es parada obligatoria para los dignatarios de alto rango que visitan el Estado judío.
Junto a su mujer, Marisa Leticia, recorrió las instalaciones del museo y, tocado con la tradicional kipá (el solideo hebreo) y acompañado por el presidente del Estado de Israel, Simón Peres, y el rabino del Consejo de Yad Vashem, Meir Lau, participó en una ceremonia oficial en la denominada «Sala de la Memoria».
Se trata de un recinto coronado por un techo de hormigón y en cuyo suelo están escritos los nombres de los 22 campos de exterminio nazi, donde Lula atizó la llama votiva en memoria de los seis millones de judíos muertos durante el nazismo, y colocó una corona de flores con los colores de la bandera de Brasil.
Durante la ceremonia, un pequeño coro femenino entonó una canción y un jazán (cantor litúrgico) tocado con el tradicional manto judío (taledo) entonó el «kadish» (oración fúnebre) en memoria de los seis millones de judíos exterminados, mientras Lula y el resto de los asistentes guardaban un momento de silencio y recogimiento.
El presidente brasileño se dirigió luego se dirigió al Memorial de los Niños, donde firmó el libro de invitados junto a su esposa y recibió un libro del Museo de manos del rabino Lau, reseñó Efe.
«Creo que la visita al Museo del Holocausto debería ser casi obligatorio para todos los seres humanos que quieran dirigir una nación», dijo Lula, que aseguró que la experiencia hace que uno salga de allí «con la certeza de que lo que puede pasar cuando la irracionalidad se apodera del ser humano».
La visita al Yad Vashem es «necesaria para reafirmar que todos los que luchamos por la democracia y los derechos humanos no podemos en ningún caso permitir que vuelva a ocurrir algo como el Holocausto».
«La humanidad no puede permitirlo y tiene que repetir todos los días tantas veces que sea necesario nunca más, nunca más, nunca más», añadió.
Lula visitará hoy, también en Jerusalén, la Universidad Hebrea, antes de desplazarse a la ciudad cisjordana de Ramala, donde mantendrá un encuentro por la tarde con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.
El jefe de Estado brasileño inició ayer su primera visita a Israel y los territorios palestinos, en una jornada en la que se entrevistó con los máximos dirigentes israelíes y pronunció un discurso en una sesión convocada especialmente en el Parlamento hebreo (Kneset).
Esta noche Lula pernoctará en Belén, un gesto inusual por parte de dignatarios extranjeros, y visitará en esta ciudad la Basílica de la Natividad, construida sobre el lugar donde la tradición cristiana sitúa el nacimiento de Jesús.
Mañana se desplazará a Ramala, capital administrativa de Cisjordania, donde depositará una ofrenda ante la tumba del histórico dirigente palestino Yaser Arafat, fallecido en 2004.