El régimen iraní de Ahmadinejad cerró el lunes el diario Etemaad, el periódico reformista de mayor tirada de Irán, acusándolo de no cumplir con la ley sobre medios de comunicación, hecho que se suma a una larga lista de ataques contra los derechos individuales en ese país y el resto de la comunidad internacional.
La clausura llegó luego de que el medio publicara el lunes un video sobre un ataque policial a la Universidad de Teherán tras la polémica reelección del mandatario, sobre la cual pesa la sospecha de fraude.
Además de cerrar el Etemaad, el organismo encargado de supervisar los medios de comunicación suspendió la publicación reformista semanal Iran Dokht, según informó el diario español El País en su versión on line.
El medio suspendido es dirigido por Hossein Karrubí, hijo de uno de los líderes de la oposición, Mehdi Karrubí. El propio director señalo que la medida sufrida por la publicación está relacionada con las actividades políticas de su padre.
El accionar del régimen de Ahmadinejad contra los derechos individuales recibe la constante condena de la comunidad internacional, que sostiene que la violenta represión de protestas pacíficas en Irán es un claro ejemplo del ataque contra los DDHH en ese país.
Varias organismos internacionales, así también como importantes referentes de la política mundial, coinciden en que existe una «indiferencia del régimen de Ahmadinejad por las personas de su país».
Los opositores a Ahmadinejad sostienen que el régimen iraní debe ser animado a reformar su política de derechos humanos, que actualmente califican como una vergüenza para la nación iraní y aseguran que aisla al país del resto del mundo.
Hasta este momento, Irán ha negado la extradición de ex oficiales iraníes que están bajo investigaciones por el atentado de 1994 a la Amia y, de hecho, ha nombrado como ministro de Defensa a Ahmad Vahidi, uno de los principales acusados por el ataque terrorista.
La comunidad internacional sostiene que esa designación es un claro ejemplo para entender el respaldo del régimen iraní al terrorismo internacional y, específicamente, en Latinoamérica, donde Hezbollah, patrocinado por Irán, tiene una presencia activa.
Sostienen que además de brindarle protección, el régimen iraní recompensa dada a los terroristas como Vahidi y demuestra así que considera al terrorismo como una herramienta legítima para alcanzar sus objetivos internacionales.