Brasil le dijo a Estados Unidos y Francia que no respalda que las Naciones Unidas impongan sanciones más severas a Irán y que continuará, pese a las objeciones del Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama, tratando de aumentar el comercio con el gobierno islámico.
“No consideramos las sanciones una buena idea ahora”, dijo la embajadora María Viotti en su oficina en Nueva York. Y agregó que “las negociaciones deberían continuar. Si se trata de imponer sanciones, eso podría bloquear la vía de las negociaciones”.
La resistencia de Brasil a las sanciones indica lo difícil que a Estados Unidos le será conservar la unidad que caracterizó las tres resoluciones anteriores de la ONU dirigidas al gobierno y los bancos de Irán. Por su parte, Brasil, que comenzó un mandato de dos años en el Consejo de Seguridad de 15 países en enero, podría sumarse a China, el Líbano y Turquía en abstenerse en una votación sobre las sanciones.
El gobierno de Obama está intensificando la presión sobre los gobiernos miembros del Consejo de Seguridad para que respalden la aplicación de castigos más severos. La secretaria de Estado Hillary Clinton dijo que su afirmación de que Irán se está convirtiendo en una “dictadura militar” influirá para sumar más apoyo.