El presidente de la Junta de Jefes de Estado de los Estados Unidos, almirante Michael Mullen (en el centro de la foto), dijo en su visita al museo de Yad VaShem en la ciudad de Jerusalén, que los Estados Unidos esta comprometido a impedir que ocurra otro Holocausto.
El militar norteamericano había solicitado específicamente una visita a la sección que conmemora a los niños desaparecidos en el Holocausto y dijo que es el deber de todo soldado, el asegurar un futuro mejor para los niños de su propio país.
Mullen se reunió luego con el ministro de Defensa, Ehud Barak, a quien dijo que «es siempre bueno regresar a Israel» como un medio de intercambiar ideas entre los dos países. En dicha reunión, que se llevo a cabo en los cuarteles generales de Tzáhal, sostuvo que Estados Unidos e Israel deben seguir mejorando sus relaciones en pos de lidiar con los «desafíos» de la región de Medio Oriente.
Por su parte, Barak, dijo que, «Estamos trabajando en conjunto para asegurar la seguridad de Israel. Entre amigos, a veces hay diferencias, pero sabemos como sobrellevarlas y continuar trabajando para reforzar la seguridad regional».
Previamente a su reunión con el ministro de Defensa, Mullen había dicho que las relaciones entre ambos países fueron siempre buenas y así lo serán por siempre.
Durante su estadía en Tel Aviv, el military norteamericano también se reunió con el comandante en jefe de Tzáhal, general Gabi Ashkenazi y con el jefe de la Inteligencia Militar, general Amos Yadin. Los tres discutieron la amenaza nuclear de Irán, entre otros asuntos.
«Irán no debe conseguir capacidad nuclear», dijo Mullen, a la vez que aseguró que «las consecuencias de un ataque directo a Teherán serían un gran problema para todos».
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