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El fútbol mundial se preocupa por nuevas muestras de racismo

Liliam Thuram, ex jugador de Parma y de la Juventus y campeón del Mundo con Francia en 1998, no se anduvo con vueltas en la presentación de su libro ‘Mes étoiles noires’ (Mis estrellas negras): “El fútbol italiano es racista”, dijo. Y agregó: “Pero no me sorprende porque es el reflejo del racismo presente en la sociedad”. Al explayarse, el defensor hizo referencia a los cantos de los ‘tifosi’ de la Juve que corean que “un negro no puede ser italiano”, y se solidarizó con Mario Balotelli, italiano de origen ghanés, del Inter, que días atrás aplaudió irónicamente al público del Chievo Verona tras haber recibido insultos racistas durante todo el juego.

El caso, sin dudas, hizo recordar la figura de Paolo Di Canio, un gran ex futbolista que nunca ocultó su simpatía por la ideología fascista de Benito Mussolini, personaje al que admira y por el que se tatuó en la piel la inscripción “DUX”. Hace unos años, luego de que su equipo, Lazio, venciera 3-1 a Roma en el clásico capitalino, Di Canio dedicó a la tribuna un saludo nazi, con el brazo en alto y la mano extendida, que lo catapultó como ídolo de “los Irriducibili”, los ultra de una hinchada con marcada tendencia fascista.

Justamente, con la intención de revertir esta imagen negativa en la sociedad, Lazio acaba de contratar dos futbolistas pensando más en el marketing, en el posicionamiento, que en el potencial deportivo de los mismos. Los “nuevos” son Eyal Golasa, un volante israelí de 19 años que proviene del Maccabi Haifa, y el alemán Thomas Hitzlsperger, ex Stuttgart, un ferviente activista contra la extrema derecha. Según Massimo Cragnotti, referente del club, “la única manera de luchar contra la provocación de esas personas es fichar a un jugador de piel oscura y a un judío”.

Pero si faltaba una declaración de intolerancia en este momento de recrudecimiento del racismo en el fútbol, esta llegó a través de Hassan Shehata, técnico de Egipto, el campeón de África. “Mejor muerto que entrenar a Israel”, sentenció el sexagenario DT ante una pregunta sobre si dirigiría a los israelíes en caso de una propuesta.

Cara y ceca de deportistas famosos. A mano, o a contramano de la sensatez y el sentido común. Ni más ni menos que lo sucede en otros órdenes de la sociedad.