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Benedicto XVI dice que fue »perturbadora» su visita a monumento del Holocausto

El papa Benedicto XVI describió el lunes su visita al monumento del Holocausto en Israel como un encuentro perturbador con la intolerancia, días después que una de sus decisiones acercara al estado de santidad al Papa Pío XII, quien durante la Segunda Guerra Mundial se abstuvo de pronunciarse contra las atrocidades de los nazis.

Benedicto XVI, de origen alemán, firmó un decreto el sábado sobre las virtudes del papa Pio XII, que ha sido criticado por no hacer lo suficiente para detener el Holocausto. El decreto significa que Pío puede ser beatificado, el primer paso hacia su posible declaración de santidad, una vez que un milagro atribuido a su intersección sea reconocido.

Benedicto XVI, que fue obligado a unirse a las juventudes hitlerianas y desertó del ejército Nazi, ha hablado en múltiples ocasiones contra los horrores del nazismo y el antisemitismo, pero sus esfuerzos para mejorar la relación con los judíos no siempre han tenido éxito.

Su decisión sobre el decreto de Pío XII desató la indignación entre algunos grupos judíos, que ya estaban molestos con él luego de que rehabilitara al obispo Richard Williamson, quien niega la existencia del Holocausto.

El lunes, durante un discurso en el Vaticano, el Papa recordó un viaje que hizo en mayo a Israel.

“La visita al Yad Vashem significó un encuentro perturbador con la crueldad de las faltas humanas, con el odio de una ideología ciega que llevó sin justificación, a millones de personas a su muerte”, dijo.

El monumento Yad Vashem es «antes que nada un monumento conmemorativo contra la intolerancia, es un llamado sincero a la purificación y el perdón, al amor”, agregó.

El discurso que Benedicto XVI pronunció durante su visita al Yad Vashem generó críticas en Israel, pues algunos lo culpan de no pedir perdón por lo que consideran la indiferencia católica durante el genocidio nazi. Otros lo critican pues evitó mencionar las palabras “asesinato” o “nazis” en su mensaje.

Algunos judíos e historiadores argumentan que Pio XII, quien fue Papa de 1939 a 1958, debería haber hecho más para prevenir las muertes de seis millones de judíos, gitanos y otros grupos de personas a manos de los Nazis y sus colaboradores. Incluso en el monumento Yad Vashem hay una fotografía de Pío XII que dice que no protestó durante el genocidio Nazi y que mantuvo siempre una “posición neutral”.