PRENSA

Destruyen una menorá en Moldavia

La comunidad judía de Moldavia parecía imperturbable, varias horas después de la publicación de un video que muestra a un sacerdote ortodoxo y sus seguidores, rompiendo una menorá de Januca en la capital, Chisinau, con martillos y barras de hierro.
«Es sólo una cuestión política y esperamos que las cosas se calmen», expresó el rabino Zalman Abelsky (foto), jefe de la comunidad de Chabad en dicha ciudad. «Esto fue sólo un intento de crear un poco de ruido», remarcó.
Añadió que «esto no es nada convencional pero hay que entender que hay un montón de políticas involucradas. Hubo elecciones aquí hace varios meses y las partes aún no se reconciliaron.»
«Las relaciones entre el partido gobernante y los partidos de oposición no son buenas y algunos de los judíos que estaban presentes en el evento de encendido de velas pertenecen al partido anterior. Esta es la raíz de las cosas. Están creando provocaciones de unos contra otros», destacó el rabino.
El rabino, que vive en el país de Europa del Este durante muchos años, expresó su sorpresa por el incidente y dijo que los incidentes antisemitas en Moldavia no eran comunes.
«Desde que estoy en el país nada de eso ocurrió. No hay antisemitismo aquí. Por el contrario, Moldavia puede ser un ejemplo para todo el mundo sobre este tema, y de repente sucede algo como esto. Las autoridades se asegurarán que esto no vuelva a suceder. Seguimos las fiestas», agregó.
Unos 66.000 judíos vivieron en Moldavia hace unos 20 años pero la mayoría de ellos emigraron a Israel y la comunidad judía en el país hoy incluye unos 12.000 miembros.
La Anti-Defamation League (ADL) instó al Gobierno de Moldavia y el liderazgo de la Iglesia Ortodoxa a castigar a los responsables de arrancar la menorá de Januca.
Durante el incidente, los seguidores del sacerdote portaron carteles, gritaron consignas antisemitas y aclararon que no iban a permitir a judíos «controlar Moldavia». Luego quitaron la menorá y la reemplazaron con una cruz.
El Gobierno nacional expresó en un comunicado que «el odio, la intolerancia y la xenofobia» son inaceptables. El líder de la comunidad judía, Alexandr Bilinkis, pidió a la Iglesia Ortodoxa a tomar una posición sobre las acciones del sacerdote.