Irán y Brasil estudian la supresión recíproca de visados para sus ciudadanos, según trascendió ayer desde fuentes oficiales de la teocracia fundamentalista. Ello será discutido en el marco de la visita que realizará en noviembre el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en un encuentro que también promete multiplicar el comercio bilateral.
Con el eventual acuerdo sobre visados, «Brasil pasaría a ser uno de los pocos países del mundo» en haber levantado la exigencia, según dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Irán, Alireza Salari, a la agencia oficial brasileña.
El funcionario declaró que el «fortalecimiento de las relaciones consulares» será uno de los puntos que tratarán Lula y Ahmadineyad en Brasilia el próximo 23 de noviembre.
La gira del mandatario iraní consolida a Lula como uno de sus dos principales aliados en países occidentales. Ahmadineyad, un negacionista militante del Holocausto, mantiene excelentes relaciones con Hugo Chávez y también conserva vínculos menos efusivos con el mandatario boliviano, Evo Morales, y el ecuatoriano, Rafael Correa, por lo que el Gobierno argentino de Cristina de Kirchner, que reclama la extradición de funcionarios del régimen por el atentado a la AMIA de 1994, queda algo aislado en el contexto regional.
Alternativas
Salari dijo que otro punto en la agenda de los mandatarios será la búsqueda de alternativas para potenciar el comercio bilateral, a fin de llevarlo de los actuales u$s 1.300 millones a unos 15.000 millones, mediante acuerdos en las áreas de medicina, turismo, petróleo, y gas y energía en general, incluida la nuclear.
Sobre ese último punto, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki, dijo ayer en Teherán que Irán y Brasil tienen la misma opinión sobre la energía nuclear y están de acuerdo en que todos los países tienen derecho a emplearla de forma pacífica.
Irán desarrolla un plan nuclear para el que ha evitado controles internacionales todo lo que pudo, y que genera temor en todo el mundo, en especial en Europa y EE.UU., de que se proponga fines bélicos.
En este momento, luego de que la administración de Barack Obama anunció un virtual ultimátum, se llevan a cabo conversaciones en Viena en el marco de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA), que comenzaron a arrojar resultados positivos, según las partes.
Según la agencia de noticias oficial, Brasil es actualmente el octavo proveedor mundial de Irán, con exportaciones que incluyen alimentos, automóviles y minerales, entre otros productos.
Salari advirtió que el acercamiento entre Brasilia y Teherán provocará resistencias. «Los sionistas, los israelíes, son enemigos de la democracia en América Latina, basta ver lo de Honduras. Estos grupos no quieren el desarrollo de las relaciones entre Irán y Brasil», afirmó.
La visita de Ahmadineyad a Brasil generó una reacción que va in crescendo por parte de la dirigencia de la extendida comunidad judía del país. Lula entiende, según dijo su cancillería, que no hay que aislar a Irán.