La intervención del presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, es una «vergüenza» para su país, afirmó hoy en Berlín el ministro alemán de Exteriores, Frank Walter Steinmeier. «Declaraciones de ese tipo no sólo son inaceptables, sino que ese presidente es una vergüenza para su país», dijo el jefe de la diplomacia alemana a la hora de comentar el discurso de Ahmadinejad en Nueva York. El presidente iraní aprovechó su intervención ante la Asamblea de las Naciones Unidas para criticar duramente a Israel y calificar de «genocidio» su actuación frente a los palestinos, además de hablar de una conspiración judía para dominar la política mundial. La intervención de Ahmadinejad provocó una oleada de críticas e hizo que numerosas delegaciones presentes en la Asamblea de la ONU abandonasen sus puestos en señal de protesta. Steinmeier coincidió con la postura de Israel, que no acudió a la sesión del miércoles en Nueva York en protesta por la presencia del mandatario iraní- y tachó sus declaraciones de «antisemitismo clásico». Durante el día de ayer, entre 2.000 y 3.000 opositores al presidente de Irán se reunieron ante la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, donde más temprano se habían realizado manifestaciones a favor y en contra del líder libio Muamar Gaddafi.
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