La Primera Sala de la Corte de Apelaciones revocó la libertad otorgada a Christian Sorensen (41), quien la madrugada del sábado, mientras se desempeñaba como guardia informal de una fiesta electrónica en Las Condes, apuñaló a Alejandro Heumann Alvo (27).
Los jueces Jessica González, Raúl Rocha y el abogado integrante Emilio Pfeffer estimaron que la prisión preventiva estaba justificada en este caso, dado que el sujeto no se entregó a la policía tras concretar el ataque, no le prestó auxilio a la víctima y, por lo tanto, «constituye un peligro para la sociedad».
Sorensen fue formalizado el domingo como autor de homicidio simple, en grado de frustrado, pero la jueza de garantía Karen Atala se había opuesto a dictar la medida cautelar de prisión preventiva contra el imputado, como lo solicitaron los abogados querellantes y el fiscal del caso, por lo que éste último apeló en la misma audiencia, quedando en ese momento la decisión en manos de la Corte de Apelaciones.
Tras ello, el individuo permaneció en calidad de «detenido en tránsito». Hoy, en tanto, será trasladado al penal Santiago 1.
Sorensen es casado, tiene tres hijas, y, según relató su defensor público, Leonardo González, tiene un alto grado de preparación en kickboxing (arte marcial) y ha representado a Chile en competencias internacionales. De hecho, habría obtenido el octavo lugar en un mundial en Servia, en 2007, y medalla de bronce en el Panamericano de Brasil en 2006.
Ayer circularon versiones que apuntan a que el ataque tuvo una motivación antisemita. Sin embargo, éstas fueron rápidamente desmentidas por la familia del imputado y por el vocero de la Fiscalía Oriente, Mario Schilling.
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