En estos quince años desde el ataque contra la Mutual judía argentina, el caso se ha convertido en símbolo de la inoperancia judicial. Pese a la atención internacional y la ayuda brindada por Israel y los Estados Unidos, nadie fue acusado del devastador ataque de 1994. «Este era un caso testigo», subraya José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas; «y no ayudó a la credibilidad del sistema judicial. Pero de pronto la causa, calificada por Néstor Kirchner de vergüenza nacional, ha cobrado nueva urgencia y alienta a la colectividad. El mes pasado el juez Rodolfo Canicoba Corral ordenó la captura internacional de Samuel Salman El Reda, colombiano, a quien los fiscales atribuyen la coordinación con la célula local del Hezbollah.
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