PRENSA

Discurso del presidente de la DAIA Acto de Iom HaShoá 2009

Distinguidas personalidades, queridos sobrevivientes, amigas y amigos:

Cada año, cuando nos acercamos a la conmemoración de Iom HaShoá, reflexionamos previamente sobre el mensaje que vamos a pronunciar. Siempre nos perturba una pregunta recurrente:

 ¿Cómo expresar en palabras aquello para lo cual no hay palabras?

 ¿Cómo calificar a quienes disfrutaban asesinando niños frente a sus padres?

¿Quá adjetivos utilizar para los cientáficos, mádicos, ingenieros, abogados y jueces, acadámicos, empresarios, obreros y empleados, profesores y estudiantes, hombres y mujeres, que pusieron sus conocimientos y experiencia al servicio del diseño, la planificación, la ejecución sistemática y el prolijo registro del exterminio masivo de millones de seres humanos?

Este interrogante se reitera inexorablemente.

 Pero la respuesta surge desde las entrañas mismas de nuestro compromiso con la memoria, con el ejercicio militante de la memoria.
Tenemos el mandato sagrado y la responsabilidad irrenunciable de recordar y rendir tributo a quienes fueron exterminados por la perversa maquinaria de muerte del rágimen nazi, pero al mismo tiempo elevar nuestra voz de denuncia contra aquellos que incitan al odio antisemita, contra quienes pretenden negar lo innegable, agraviando la memoria de 6 millones de nuestros hermanos.

Año tras año nos congregamos para recordar y honrar a las váctimas, pero al mismo tiempo nunca olvidaremos ni perdonaremos a los verdugos, a los cómplices, a los colaboracionistas que, incluso con mayor entusiasmo que sus amos del Tercer Reich, participaron en las deportaciones, en los vejámenes, en las torturas y en las ejecuciones masivas.

Año tras año queremos creer, abrigamos la esperanza que el germen del odio antijudáo está en retroceso, que se  encamine a su extinción.
Y año tras año la realidad nos indica que la bestia no ha muerto, que tiene seguidores, patáticos aspirantes a genocidas, negadores de la Shoá, peligrosos propagadores del odio y la incitación al pogrom.

Siempre nos sacuden las palabras de Eli Wiesel cuando señala que a la ingenua ilusión de suponer que el antisemitismo habáa muerto en Auschwitz, se le contrapone la atroz certeza de que en Auschwitz solo murieron nuestros hermanos, hombres mujeres y niños.

Señalaba Bertold Brecht, años despuás de la Segunda Guerra Mundial, que la bestia habáa muerto pero que la perra que la habáa parido continuaba en celo.

Queridos amigos, hermanos sobrevivientes, jóvenes: la perra antisemita continúa en celo.

Con consternación e indignación debemos señalar que precisamente hoy, en esta fecha de recordación y duelo, el portón y los muros del cementerio judáo de Liniers amanecieron profanados con profusas pintadas de svásticas y agravios antisemitas.

El antijudaásmo de hoy intenta enmascararse bajo el ropaje del antisionismo, del antiisraelismo, de un falso e hipócrita seudoprogresismo que ignora de manera cómplice los crámenes de las organizaciones fundamentalistas terroristas y apoya la conducta de regámenes teocráticos, violadores de los derechos humanos y negadores de la Shoá.

 En incalificables arengas aquá mismo, en nuestra Buenos Aires, en nuestra Argentina, incitan a salir a buscar a los judáos en sus sinagogas y en sus oficinas, instigando a un pogrom.

Hemos asistido en los últimos meses a una masiva andanada de palabras de odio antijudáo vociferadas en tribunas callejeras, en pintadas agraviantes en los muros de ciudades y pueblos de todo el paás, en páginas de Internet y pasquines impresos, en notas firmadas y en declaraciones públicas de personas y organizaciones,

Pareciera que se ha transformado en “poláticamente correcto” atacar a Israel, al sionismo, a los judáos y callar vergonzosamente ante acciones deleznables de regimenes autoritarios y organizaciones criminales.

Justo es señalar que se han registrado voces dignas, con coraje cávico y compromiso con la verdad que han denunciado estos atropellos a la convivencia, a la no discriminación, al respeto irrestricto a las diferencias y que han señalado sin ambigüedades a los antisemitas.

Eso es lo poláticamente correcto, lo poláticamente ático, lo poláticamente digno!

Nos duelen tantos silencios de actores poláticos, sociales, de intelectuales, de figuras públicas que no vacilan en elevar su voz en múltiples causas y que frente a flagrantes agravios contra sus conciudadanos argentinos judáos, optaron por callar.

 El pasado 27 de Enero, en ocasión del Acto Conmemorativo celebrado en la sede de la cancilleráa, y en plena virulencia antisemita, señalábamos que
“Asistimos azorados a un virulento rebrote del antisemitismo en diversas
latitudes, y particularmente en nuestro paás, en nuestra Argentina que tanto ha
avanzado en el fortalecimiento de los valores democráticos y en la armónica
convivencia de las diversas comunidades que conforman el tejido social.
Constituye un agravio incalificable a la memoria de los mártires, a los que hoy
honramos, la oleada de ataques antisemitas, las pintadas, las amenazas, la
incitación al odio y a la persecución, las imputaciones de doble lealtad, escraches y profanación de un sámbolo sagrado para cada judáo, la estrella
de David. Estamos asistiendo a una campaña antisemita sin precedentes desde
el retorno de la democracia en nuestro paás.”

Es importante destacar un hecho auspicioso, vinculado a la presencia en nuestro paás del Obispo Richard Williamson, quien no ha vacilado en negar la Shoá, agraviando la memoria de nuestros mártires, de los queridos sobrevivientes y del pueblo judáo todo. La pronta reacción del Gobierno Nacional, que dispuso la expulsión del paás de áste nefasto personaje reafirma el rechazo al negacionismo y a la presencia en el territorio nacional de quien predica el odio antijudáo.

Señoras, señores, Williamson no es antisemita porque niega la Shoa, niega la Shoá porque es profundamente antisemita.

En estas horas tiene lugar en Suiza la Conferencia llamada Durban II. La ha inaugurado, para vergüenza de las Naciones Unidas, el láder de la teocracia iraná, negador de la Shoá e instigador de nuevos exterminios.

Constituye una perversa hipocresáa que un racista confeso inaugure una conferencia destinada a combatir el flagelo del racismo.

 Saludamos la digna actitud de las naciones que resolvieron boicotear el encuentro, para no prestarse a un nuevo escenario de agravios contra Israel y el pueblo judáo, asá como la decisión de los delegados de los paáses de la Unión Europea, que abandonaron la sala como repudio a los exabruptos antisemitas de Ahmadinejad. Al mismo tiempo, si bien nuestra cancilleráa rechazó a travás de un comunicado las expresiones del jerarca iraná, lamentamos profundamente y nos resulta inexplicable que los delegados argentinos no tomaran la iniciativa de retirarse, impulsando a hacer lo mismo a las demás democracias latinoamericanas.

Recordar no es instalarnos en el pasado, sino aprender de ál. Es honrar la memoria de los mártires y rendir tributo permanente a ustedes, queridos sobrevivientes, por su coraje y perseverancia.

Recordar es trabajar todos los dáas para educar a las jóvenes generaciones en los valores del respeto y el pluralismo, es denunciar sin ambigüedades a quienes pretenden instalar el odio y la división entre argentinos de diversos credos, sean quienes sean y están donde están, es, en definitiva, honrar a los mártires y a los hároes imitando su ejemplo de lucha, actuando inspirados en sus mismos valores.

Convocamos a nuestros conciudadanos de diversos credos a trabajar mancomunadamente por estos ideales, para erradicar el antisemitismo y toda forma de discriminación, racismo y xenofobia y asá garantizarle a nuestros hijos y nietos una sociedad inclusiva, multifacática, donde no tengan cabida los propagadores de este germen maligno.

Hermanos sobrevivientes, siempre junto a ustedes, portando la antorcha sagrada de la memoria, denunciando y combatiendo a los nazis de hoy, se disfracen de lo que se disfracen.