La DAIA presentó ayer el 19°
Informe Anual sobre Antisemitismo en la Argentina, elaborado por el Centro de
Estudios Sociales (CES) de la entidad, en base a denuncias recibidas durante
2017.
La apertura del acto, que se
realizó en el Salón Silvio Frondizi del Archivo Nacional de la Memoria, estuvo
a cargo del secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación,
Claudio Avruj, quien subrayó que el Informe «nos confronta con aspectos
dolorosos y crueles de nuestra vida cotidiana» y agregó que «nos da
un alerta sobre cuáles son los problemas que atraviesa una comunidad particular
como víctima de un prejuicio, pero fundamentalmente, una sociedad que no puede
erradicar de su seno el flagelo del odio, la discriminación y la xenofobia».
Por su parte, el presidente de la
DAIA, Alberto Indij, destacó que la publicación es «el resultado de un
riguroso trabajo de recopilación y análisis de información sobre hechos de
judeofobia». «Los datos demuestran que el antisemitismo todavía está
muy presente en nuestra sociedad», aseguró y recordó que «la DAIA
tiene un compromiso irrenunciable de seguir trabajando de manera incesante en
la lucha contra toda expresión de discriminación y antisemitismo».
La presentación contó con la
participación de alumnos y autoridades del Colegio Jesús Maestro de Morón y de
la Sociedad Escolar y Deportiva Alemana «Lanús Oeste» (SEDALO), cuyos
estudiantes leyeron varios extractos del Informe Anual.
Por su parte, el director del
Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires, Jorge Ferronato, se
refirió a hechos históricos del siglo XX y subrayó que «este Informe nos
muestra cómo tenemos que seguir trabajando y militando con la otredad». «Aprendan
del siglo XX para no repetirlo, ustedes tienen toda la esperanza de construir
un siglo mejor, de ser mejores personas que nosotros», señaló dirigiéndose
a los jóvenes presentes en el auditorio.
El panel contó, también, con la
presencia del director ejecutivo de la Comunidad Judía de Chile, Marcelo
Isaacson, quien detalló la situación del
antisemitismo que, en su país, asume cuatro diferentes formas: «Los grupos
neonazis, el antisemitismo islámico, el cultural y el que proviene de la
dirigencia palestina en Chile».
En su alocución, la investigadora
del CES, Verónica Constantino, repasó las principales conclusiones que surgieron
del análisis cuantitativo y cualitativo del Informe. Destacó que el
antisemitismo en la Argentina aumentó un 14% respecto de 2016, producto de
«una mayor cantidad de noticias relacionadas a la comunidad judía en los
medios de comunicación». Asimismo, resaltó que «la mayor cantidad de
denuncias se dan en redes sociales y en los foros de los sitios de noticias en Internet».
Finalmente, la directora del CES,
Marisa Braylan, cerró el panel señalando que «lo increíble del antisemitismo
es que, a pesar de que vivimos en la posmodernidad, tiene la capacidad de
perdurar». Braylan aseguró que «el gran desafío está, primero en no
ser indiferente, en desnaturalizar este tipo de prácticas. Esta indiferencia es
la que, a lo largo de la humanidad, ha logrado las historias más trágicas que
hemos vivido, no solamente el Holocausto, sino todos los procesos que han
encontrado en un líder carismático la solución de todos los
problemas».