PRENSA

El antisemitismo que no pasa, por Hebert Gatto

Los cánticos de sectores de la hinchada del Club Aguada, denostando a la colectividad judía, una vez finalizado el partido con Hebraica Macabi, no admiten dos interpretaciones. Menos aún comentarios que rebajen su significación. El fenómeno ocurrió allí, televisión mediante, a la vista de todos. El Uruguay, avanzado el siglo XXI, sigue persistiendo en un antisemitismo colectivo sibilino, larvado, presto a expresarse tan pronto la ocasión lo permita, por más nimia que ella sea. Una vez más queda claro que no somos una excepción en un fenómeno discriminatorio que atraviesa limpiamente la historia de Occidente, y que en su contemporáneo formato racista, también dominante en nuestro país, tuvo en el siglo pasado su más terrible expresión genocida. La peor matanza, aunque no la única, que por motivos étnicos registran los anales de la humanidad.