PRENSA

El talle único discrimina

Los paradigmas de belleza que se instalan, por ejemplo desde la publicidad, distan de responder a la realidad de la mayoría. El propio Photoshop, como herramienta tecnológica, distorsiona la verdad, al punto de que su uso se halla regulado en la publicidad estática de la vía pública porteña. La ley local obliga a consignar en esos avisos si la imagen fue retocada digitalmente. Una encuesta nacional de 2015, realizada mayormente entre mujeres de la Capital, el Gran Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, reportaba que un 68% tenía dificultad para conseguir ropa de su talle. No es de extrañar; muchísimas marcas de indumentaria apuntan a compradores esbeltos, lo que hace que cuando la mayoría de los clientes llega al probador se desmoralice ante la falta de talles. La secuencia se completa con problemas de alimentación, baja autoestima y depresión, por sólo nombrar algunos dentro de una larga lista de efectos negativos con mayor incidencia en los adolescentes y los jóvenes.