PRENSA

Nisman, una muerte que sangra cada día, por Alberto Amato

Los discursos que hace una semana honraron al fiscal Alberto Nisman, hicieron algo más que rescatar su memoria, desnudaron una profunda decadencia del sistema político y judicial del país y pusieron, blanco sobre negro, cómo y de qué manera los derechos esenciales de los ciudadanos, entre ellos la vida y la libertad, estuvieron desprotegidos y a merced de la agresión del Estado durante veintidós de los veinticinco años del último cuarto de siglo: los diez del gobierno de Carlos Menem y los doce de gestión de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández. Si el menemismo banalizó la política, el kirchnerismo la degradó. Eso se desprende de cuanto dijeron los oradores. Tal vez no haya sido esa su intención, pero fue el resultado.