PRENSA

La denuncia de Nisman es un laberinto con salida, por Román Lejtman

Ariel Lijo es un juez federal que conoce cómo funciona la maquinaria del poder en la Argentina. Pero con la denuncia del fiscal Alberto Nisman, que colocó a Cristina Fernández de Kirchner en una trama de conspiración mundial que causó su propia muerte, deberá sumar un capítulo de conocimiento que implica la agenda geopolítica, la metodología de cooperación de los servicios de inteligencia extranjeros, el apoyo del gobierno nacional, un escudo tecnológico para evitar las filtraciones y una custodia de extrema confianza para proteger su vida y sus familiares. Lijo repelió la agresión continua de CFK y su gobierno cuando investigaba a Amado Boudou, pero no alcanza con la actitud personal y los contactos políticos para enfrentar al régimen iraní y sus aliados globales, que acabaron con la propuesta de Barack Obama en Medio Oriente y tienen una hoja de ruta que lleva inevitablemente a Estados Unidos e Israel. El resto de la nota.