PRENSA

Nisman, la herida abierta, por Santiago Kovadloff

Lo ha reconocido el presidente de la Nación: «Son muchas las deudas sociales pendientes». ¿Podría ser de otro modo? Nuestra democracia alcanzó maltrecha el desenlace electoral de 2015. El relevamiento de los síntomas de su descomposición incluye la negativa de la ex mandataria a entregar, a quien la sucedió, los atributos del mando. Indispensable para ordenar el proceso de reconstrucción que exige la República, ese relevamiento propone una tarea complejísima. Hay, por un lado, problemas cuya resolución no admite dilaciones; por otro, la superación de tamaño deterioro no puede cumplirse sino paso a paso, gradual y lentamente, puesto que es estructural el daño que intenta repararse. El resto de la nota.