PRENSA

No fue broma, por Beatriz Sarlo

La frase más horrible que escuché fue atribuida, por la prensa, a un joven: “Fue una broma que salió mal”. Al parecer, en la cruel superficialidad de ese lugar común, no existen rastros de una conciencia sobre el hecho. La frase es tan banal como profundamente significativa: alguien, de la misma edad que los estudiantes agresores y víctimas, pensó que esa “broma” podría haber salido bien. ¿Qué habría querido decir “salir bien”? ¿Qué nadie, excepto los eventuales testigos, se enterara? ¿Qué nadie se sintiera salvajemente agredido? ¿Qué agresores y víctimas terminaran brindando con cerveza? La “broma que salió mal” no podía “salir bien”. Las razones: en primer lugar porque, en un carnaval descerebrado, enfrentó a muchachos judíos con jóvenes disfrazados de nazis. El resto de la nota de opinión.