PRENSA

Auschwitz, un desafío para Francisco, por Miguel Steuermann

El recientemente fallecido, Elie Wiesel, premio Nobel de la paz y sobreviviente del horror de Auschwitz, se preguntaba con dolor e indignación «¿cómo puede explicarse que la Iglesia jamás excomulgara a Hitler ni a Himmler, que Pío XII nunca viera necesario -por no decir indispensable- condenar Auschwitz y Treblinka, que gran proporción de las SS fuesen creyentes y permanecieran fieles a sus lazos cristianos hasta el fin, que hubiese asesinos que practicasen el sacramento de la confesión entre una masacre y otra, y que todos ellos procediesen de familias cristianas y hubiesen recibido una educación cristiana?». A más de 70 años de la Shoá la denuncia de Wiesel sigue vigente y reclamando una necesaria respuesta por parte de la Iglesia y cuestionando una fenomenología espantosa que se repite: la aberración de hombres que asesinan a otros hombres en nombre de Dios. El resto de la columna de opinión.