PRENSA

Postulan al Nobel a habitantes de las islas griegas

Mientras Europa se dividía sobre las cuotas de refugiados, países como Hungría levantaban muros y otros como Dinamarca confiscaban los bienes de los solicitantes de asilo, hay quien en estos meses de éxodo bíblico abrió sus casas para recibir a niños, mujeres y hombres que huían de la guerra y del terror. Pescadores, jubilados, maestras, amas de casa, gente común, habitantes de las islas griegas o voluntarios que acudieron allí para ayudar a quien escapaba de la muerte: cerca de 650.000 personas quieren dar este año el Premio Nobel por la Paz -como ya ocurrió en 2014 a los ciudadanos de la isla italiana de Lampedusa- a estos «héroes» y ya formaron una petición para ello. «¿Qué hice? Si no hice nada», dijo Emilia Kamvisi, de 85 años, cuando supo que podría ser candidata al prestigioso galardón. Junto con dos amigas de 89 y 85 años, Emilia fue fotografiada el pasado otoño (boreal) mientras daba la mamadera a un pequeño sirio. Cuatro meses después, según versiones que circularon por medios internacionales como el diario británico The Guardian, el suyo es uno de los nombres indicados para el Nobel para representar simbólicamente la valentía y la humanidad de los griegos en la ingente crisis de los refugiados.