PRENSA

Crece la ola de xenofobia en Sudáfrica y los inmigrantes de Johannesburgo temen ser el próximo blanco

Decenas de comercios atendidos por inmigrantes africanos en el centro de Johannesburgo cerraron hoy sus puertas por miedo a nuevos ataques, luego de que la violencia contra extranjeros paralizó ayer la ciudad de Durban, en el este de Sudáfrica, donde ya murieron cinco personas y miles tuvieron que dejar sus hogares desde que irrumpió una ola de xenofobia a finales del mes pasado. El temor a que se produzcan actos vandálicos contra inmigrantes y refugiados y las propiedades que regentan llegó al corazón de Johannesburgo, capital comercial de Sudáfrica, donde la policí­a patrulla las calles para evitar agresiones a los extranjeros, informaron medios locales citados por la agencia de noticias EFE. En una zona del centro de esta ciudad, un grupo vecinos pararon el tráfico y apedrearon varios coches mientras proferían amenazas dirigidas a los extranjeros, que suponen cerca de la mitad de la población del centro de la mayor ciudad de Sudáfrica. Al menos cinco personas fallecieron y más de 2.000 tuvieron que abandonar sus hogares en Durban y sus alrededores desde el 30 de marzo pasado, cuando una nueva ola de violencia xenófoba, un fenómeno recurrente en Sudáfrica que ya se cobró varias vidas en enero pasado en Johannesburgo.