PRENSA

Jack Fuchs, bajo el peso de Auschwitz

Hace siete décadas, Jack Fuchs pesaba 44 kilos. Había sido abandonado por los guardias nazis del campo de Duchau, que trasladaban un contingente de internos y huyeron apenas resonó el ingreso del Ejército Rojo a Alemania. Jack, consumido, encuentra reparo en un granero y queda adormecido sobre una pila de heno. Al día siguiente, los granjeros alemanes lo conducen a un hospital. En el hospital alemán se liberan las camas que estaban ocupadas por soldados del Tercer Reich y Jack, y otros como él, pasan a recibir los cuidados imprescindibles. Si antes las manos alemanas se encargaban del sometimiento y el exterminio, ahora pasan a inyectar complejos vitamínicos y a velar por la recuperación. Jack recuerda que si su socorro apenas se dilataba un día más no hubiera logrado sobrevivir. Sobrevivió a Auschwitz y a Duchau. En cambio, no sobrevivieron sus padres y sus tres hermanos, la mayoría de sus vecinos y de sus amigos, que fueron aniquilados en Auschwitz. Ver Nota Completa en: http://www.clarin.com/opinion/Shoa-Holocausto-Nazismo-Antisemitismo-Gueto-Memoria_0_1329467404.html.