PRENSA

La explosión que estremeció a Tucumán. Por Carlos Abrehu

En julio de 1994 se abrió un capítulo sangriento en la historia argentina. La voladura de la sede de la AMIA conmocionó al país y a la sociedad tucumana, desde el lunes 18. Dos décadas después, no cesó ese estado de ánimo. Por el contrario, se agudizó tras la muerte del fiscal Alberto Nisman. La certeza de que no hay castigos ni condenados por la acción terrorista del 94 retroalimenta la desazón colectiva. La Argentina, definitivamente, es un país jaqueado por la violencia y por la impunidad. ¿Qué pasaba en Tucumán por ese gélido mes? El gobernador Ramón Ortega recomponía su gabinete luego de una crisis. Al mismo tiempo acercaba posiciones con la fracción de Olijela Rivas. Carlos Menem, en el ámbito nacional, no le quitaba la mirada a la marcha de la Convención Constituyente reunida en Santa Fe, ya que le obsesionaba su reelección. Ver Nota Completa en: http://www.lagaceta.com.ar/nota/624710/politica/explosion-estremecio-tucuman.html