El Rey de Bélgica, Philippe 1º, visitó el Museo Judío de Bruselas el 7 noviembre pasado, cinco meses después del ataque que le costó la vida a cuatro personas. El Rey visitó las colecciones permanentes del museo y descubrió en avant-première una exposición temporaria consagrada al dibujante de comic francés Marcel Gorlib. Luego, el jefe de estado se detuvo ante la placa conmemorativa apostada sobre la fachada del museo, en homenaje a las cuatro víctimas del fusilamiento del mes de mayo. Esta visita real, que duró alrededor de una hora, fue “una clara señal en relación al museo judío, en relación a las víctimas del atentado del 24 de mayo y sus allegados, y en relación a la comunidad judía de Bélgica en conjunto”, explicó el vocero del Palacio. Esta visita demostró hasta qué punto el Soberano había sido marcado por el ataque. Motivado por eso, alentó a los empleados del museo para seguir adelante.
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