El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, responsabilizó a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y al movimiento islamista Hamas de incitar al odio que provocó el ataque de esta mañana contra una sinagoga de Jerusalem, y le pidió a la comunidad internacional que condene al gobierno palestino. «Dicen que vamos a destruir lugares sagrados como el Monte del Templo (la Explanada de la Mezquita para los musulmanes). Son todas mentiras que ya han costado muchas vidas, como la de Chaya Zissel de tres meses», aseguró el premier, recordando a una de las víctimas que dejó un joven palestino, cuando atropelló a un grupo de personas hace unas semanas en Jerusalén. En una conferencia de prensa en la sede de gobierno, Netanyahu se quejó además de que «el mundo mira este ataque, pero no llama a los palestinos a detener la incitación que es la raíz de esta violencia», según mostró la cadena de noticias CNN.
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