«Fue un atentado contra el judío, contra el argentino, contra el humano» evocó Eliana Grinspun, una joven de la comunidad judía de Bariloche, durante el acto realizado en el municipio para recordar a las 85 víctimas de la AMIA-DAIA, a veinte años de la trágica explosión. La importancia de mantener viva la memoria y no ceder en los reclamos de justicia, y también los llamados «a la paz en todo el mundo», fueron las consignas más repetidas por los oradores. El homenaje también se concentró en los recuerdos con nombre y apellido. Daniel Reisfeld, como cada año, dedicó un breve mensaje a su hermana Noemí, quien murió en el atentado, y Diego Schneiderman relató el caso de un amigo suyo de la misma edad, que también perdió la vida ese 18 de julio en el edificio de la calle Pasteur.
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