El presidente palestino, Mahmud Abbas, describió ayer al Holocausto como «el crimen más horrendo» en la historia moderna y expresó su conmiseración por las víctimas, en un inusual reconocimiento que hace un gobernante árabe del sufrimiento de los judíos durante el genocidio nazi. Sin embargo, el gobierno israelí desdeñó la condena de Abbas y le exigió que rompa relaciones con Hamas. Al parecer, Abbas buscó con sus declaraciones tocar la opinión pública israelí en momentos en que atraviesan una crisis los esfuerzos de paz entre palestinos e israelíes. Muchos israelíes temen que los palestinos no estén dispuestos a aceptar la presencia judía en Tierra Santa, actitud a la que ha contribuido la ignorancia generalizada del Holocausto entre los palestinos o incluso la negativa entre estos de que haya ocurrido el genocidio.
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