El capítulo internacional del discurso de Cristina Kirchner tuvo alguna sorpresa. La Presidenta hizo autocrítica al admitir que el polémico memorándum de entendimiento con Irán para resolver el atentado contra la AMIA-DAIA “está demorado” porque no se pudieron tomar las declaraciones indagatorias a los acusados. E instó a la oposición a elaborar “un proyecto viable” que tenga ese eje. Sin embargo, defendió el pacto, que el Gobierno propuso hace un año y luego votó el Congreso: “Tan malo no debe ser porque sino lo hubieran puesto en marcha”. Pese a la autocrítica, Cristina generó una nueva polémica con las entidades judías, que siempre rechazaron el pacto. Contó que el canciller Héctor Timerman, acérrimo defensor del pacto, le dijo: “Estuvo la gente de DAIA, se juntaron con todos los abogados y no le encuentran la vuelta”. La anécdota fue desmentida de manera enérgica por la DAIA. “Me siento muy molesto por lo expresado por la Presidenta en el Congreso y desmiento terminantemente que se le haya reconocido al canciller Timerman que no había otro instrumento jurídico mejor que este Memorándum”, aseguró el secretario general de la DAIA, Jorge Knoblovits.
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