PRENSA

Europa debate el control de la inmigración ilegal

Apenas 48 horas después de las sanciones europeas a Suiza por restringir su política migratoria, se produjo en la valla de Mellilla, ciudad española en el norte de África, la mayor entrada de migrantes subsaharianos en los últimos nueve años, a lo cual se añade la conmoción por la muerte de otros once migrantes hace once días en Ceuta, también española, en la orilla africana del estrecho de Gibraltar. Mientras tanto, Ángela Merkel defendió a Suiza de la Unión Europea. La cuestión migratoria en Europa, en medio de la crisis, vuelve a los primeros planos, empujada por guerras y desastres económicos. Según datos presentados esta semana por la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) en el parlamento griego, el ingreso de inmigrantes irregulares en los países de la Unión Europea creció un 48 por ciento en 2013 respecto del año anterior. El director de Frontex, el finlandés Ilkka Laitinen, informó allí que el año pasado se registraron 170 mil ingresos irregulares en las fronteras externas de la UE, un 48 por ciento más que en 2012. Ese incremento, añadió, obedece a las crisis económicas en los países periféricos y, especialmente, a la cantidad de ciudadanos sirios que huyen de la guerra en su país.