En lo que de concretarse supondría un nuevo y significativo gesto de transparencia, el papa Francisco examina la posibilidad de adelantar la apertura de los archivos del Vaticano durante el pontificado de Pío XII (1939-1958), acusado de haber guardado silencio sobre el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial, indicaron ayer fuentes vaticanas.
La apertura de los archivos depende del Pontífice, quien puede autorizar su consulta, lo que hasta ahora no había sido hecho al parecer por respeto a las personas mencionadas en los documentos que aún viven y por el elevado número de documentos que había que clasificar.
»Es posible que anuncie su apertura pronto», aseguraron fuentes de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que precisaron que la documentación está digitalizada, lista para ser consultada por historiadores y expertos, tal como exige el Vaticano.
Según se especula, un anuncio al respecto podría producirse en ocasión de la visita de Francisco a Tierra Santa, del 24 al 26 de mayo, en un periplo que tendrá tres etapas: Ammán, Belén y Jerusalén.
»La figura de Pío XII no resulta tan terrible», aseguró la fuente consultada sobre el contenido de los papeles que podrían desclasificarse.
Líderes religiosos judíos e historiadores han acusado a Pío XII de pasividad durante décadas debido a su actitud ante el genocidio de los judíos perpetrado por el régimen nazi y han reclamado que se detenga su proceso de beatificación, al menos por una generación, por consideración a los sobrevivientes todavía vivos.
En 2009, el ahora papa emérito Benedicto XVI firmó el decreto que confirmaba las «virtudes heroicas» de Pío XII, proclamándolo «venerable», etapa previa a la beatificación, lo que suscitó numerosas protestas de las comunidades judías de todo el mundo.
La Iglesia aduce que la llamada neutralidad del papa durante esos años negros permitió salvar un número importante de judíos y, según Benedicto XVI, Eugenio Pacelli, papa Pío XII, fue «uno de los grandes justos, ya que salvó a más judíos que nadie».
En julio de 2012, el memorial Yad Vashem de la Shoah (Holocausto) en Jerusalén suavizó el texto que acusaba al papa Pío XII de no haber hecho nada por los judíos masacrados masivamente, al añadir que no hay consenso sobre su actitud durante la Segunda Guerra Mundial.
El papa argentino, que mantiene una relación especial con la comunidad judía de su país y en especial con el rabino Abraham Skorka, tildó recientemente al Holocausto de millones de judíos como una »vergüenza para la humanidad», en un carta enviada al religioso judío.
En una entrevista a la prensa inglesa, Skorka aseguró que cree que la apertura de esos archivos será autorizada en poco tiempo.