PRENSA

El Papa rechazó la irrupción lefebvrista en la Catedral

La interrupción de una oración interreligiosa que hizo la semana pasada un grupo de lefebvristas en la Catedral Metropolitana fue elegida por el papa Francisco como ejemplo del fanatismo religioso que debe ser desterrado. Lo hizo ayer durante un diálogo con seis referentes de las religiones predominantes en América latina a los que Francisco recibió en audiencia privada.»Citó lo que ocurrió en la Catedral como un acto de fanatismo. Dijo que la agresión no puede ser un acto de fe y que la prédica de la intolerancia es una forma de militancia que debe ser desterrada», contó anoche a LA NACION Claudio Epelman, director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano (CJL). Contó que, luego de que cada uno se presentara, «el Papa tomó la palabra y se refirió a la importancia del trabajo interreligioso y luego al fundamentalismo religioso, y recordó el episodio de la Catedral Metropolitana». Durante una comunicación telefónica desde Roma, Epelman explicó que Francisco afirmó: «Con lo único que debemos ser intolerantes es con la cultura del paganismo en términos de modernidad», y citó el valor que se da al dinero.