Por Ariel Seidler*. Las actitudes y conductas discriminatorias existen probablemente desde el momento en que la humanidad se supo heterogénea. Son además, una consecuencia de la (mala) educación y atraviesan a la sociedad en toda su dimensión. En la era de Internet y la revolución digital, en la que las redes sociales –principalmente Facebook, Twitter y Youtube– masifican el acceso a la información, las agresiones navegan la red con la misma fluidez. Paradójicamente, la violencia que circula por Internet, le da anclaje real a un mundo que muchos llaman virtual. Porque la discriminación, el acoso y el maltrato duelen. Y ese dolor es tangible. El hostigamiento en la red, más conocido como ciberbullying, que sufren algunos niños, es acaso un claro ejemplo de esta situación. Así lo atestigua el joven que fue brutalmente golpeado en una escuela de Wilde, o las numerosas jóvenes cuyos rostros tajearon a sus compañeras por ‘ser lindas’, todos los hechos fueron filmados y ‘subidos’ a youtube. Internet transformó nuestro acceso al mundo. Sin embargo, las malas prácticas de algunos usuarios nos obligan a pensar y trabajar en ciertas cuestiones. Bajo la ilusión del anonimato, la Red es también hoy un espacio donde los prejuicios y la intolerancia navegan con total impunidad. ‘Peruanos de m…’, ‘Ojala venga un Hitler y los mate a todos’, ‘odio a las gordas obesas’, son parte de los comentarios xenófobos, antisemitas, y de género que encontramos diseminados en la web. El Observatorio Web (OW), es un proyecto conjunto del Congreso Judío Latinoamericano, la DAIA y la AMIA, que está trabajando con empresas líderes de Internet, el INADI, ONG’s y distintos colectivos. Desde allí monitoreamos la evolución de las agresiones que sufren algunas comunidades. Los resultados sobre el top 20 de lo que aparecen en buscadores arrojan que: el 67% de las menciones a los judíos tiene connotación negativa. Le siguen los bolivianos con el 41%, los paraguayos 40%, los peruanos 27,5% y la comunidad islámica 20%. Por otra parte, el estudio ‘Los adolescentes y las redes sociales’ del Ministerio de Educación de la Nación informa que el 75% de los jóvenes cree todo lo que está en Internet y el 90% piensa que no hay riesgos cuando navegan. Los jóvenes, quienes permanecen más tiempo conectados, encuentran esta clase de información, la creen y la incorporan. Desde el OW estamos convencidos de que Internet es una herramienta igualadora. Pero en estos tiempos donde las redes sociales cobran cada vez más relevancia, padres, maestros y adultos en general, debemos aprender a ser usuarios responsables de las tecnologías. La Red es nueva en la historia, los valores no. El respeto por el otro sigue siendo un eje insoslayable de cara a la construcción de una sociedad más abierta y garante de oportunidades. *Director del Observatorio Web.
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