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«Si tengo que dar un paso al costado para que vengan los iraníes, lo doy», dijo el fiscal Nisman

Pese a la dura postura de Irán, el fiscal Alberto Nisman no da el brazo a torcer, aunque pone su renuncia a disposición, en caso de que sea una alternativa para que los acusados por el ataque a la AMIA-DAIA se presentan ante la Justicia argentina. Luego de que el régimen lo acusara ayer de «sionista» por el reciente dictamen en el que concluyó que la república islámica formó desde 1982 una red de células terroristas en varios países -entre ellos la Argentina-, el fiscal especial de la causa AMIA-DAIA aseguró hoy que la república islámica «está entre la espada y la pared».»Que los acusados vengan, que vengan presos. Si tengo que dar un paso al costado para que vengan, lo doy. Si el problema soy yo, que vengan. Ellos atacan a la persona, porque no pueden atacar el argumento», afirmó, en una de las entrevistas radiales que dio esta mañana. Pese a su postura, a sabiendas de lo delicado de la causa judicial, el fiscal aseguró que su trabajo hasta ahora se desarrolló sin problemas, más allá del acuerdo firmado entre ambos países el 27 de enero pasado. El fiscal Nisman rechazó el duro ataque efectuado desde la cancillería de Mahmud Ahmadineyad y aseguró que desde ese país en ningún momento se rechazó los elementos que probarían la existencia de un plan para la «exportación de la revolución iraní» y el establecimiento de «estaciones de inteligencia» en la Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Guyana, Trinidad y Tobago y Surinam destinadas a preparar atentados como el que ocurrió en nuestro país.