Aun con el rechazo de todo el arco opositor, y sin algunos aliados, el kirchnerismo logró aprobar en el Senado el Memorándum de Entendimiento con Irán por el caso AMIA. Luego de presentarlo como un avance en la investigación por el atentado que causó 85 muertos en 1994, el oficialismo quedó a la defensiva con el argumento de que, si el acuerdo no arroja resultados positivos, no habrá retrocesos en la causa. Los opositores lo pusieron en duda y advirtieron que podría deslegitimar lo actuado por la Justicia argentina y dejar sin efecto los pedidos de captura internacional a cinco iraníes, entre ellos el actual ministro de Defensa, Ahmad Vahidi. El proyecto fue girado anoche mismo a la Cámara de Diputados, donde el kirchnerismo buscará convertirlo en ley el miércoles y afrontará números más justos, en especial para reunir el quórum que le permita abrir la sesión.
Luego de más de 10 horas de debate, el acuerdo fue aprobado con 39 votos. A los 33 senadores del Frente para la Victoria se sumaron dos aliados fueguinos (María Rosa Díaz y Osvaldo López, de Nuevo Encuentro), el neuquino Horacio Lores (MPN), la peronista pampeana María Higonet, la ex reutemanista Roxana Latorre y el radical K correntino Carlos Roldán. En cambio, el porteño Samuel Cabanchik (Probafe) y el salteño Agustín Pérez Alsina (Partido Renovador), cercanos al Gobierno, tomaron distancia y rechazaron el acuerdo junto con la UCR, el PJ disidente y el FAP, postura que sumó 31 votos. Se ausentaron Carlos Menem, procesado por encubrimiento y la liberal correntina Josefina Meabe, ambos aliados habituales del oficialismo.
“Lo más fácil sería dejar todo como está pero no queremos eso”, aseguró el oficialista Daniel Filmus, y aclaró que el Gobierno “no tiene nada que ver con la forma de pensar de Irán” en relación a la negación del Holocausto y a la persecución de las minorías. “Es el tratado máximo al cual podemos aspirar”, defendió Marcelo Fuentes. “El sentido del memorándum es la posibilidad de que el juez y el fiscal interroguen a los imputados. La comisión no es vinculante”, apuntó en el cierre Miguel Pichetto, y cargó contra las entidades: “La AMIA y la DAIA están operados por la derecha religiosa israelí”.
Los senadores opositores ratificaron sus reparos sobre el acuerdo, e insistieron en el riesgo de que derive en impunidad. “Es inconstitucional que una comisión revise las actuaciones de la Justicia argentina”, aseguró el radical Ernesto Sanz, y especuló con que el fiscal Alberto Nisman hubiera dicho que “no sirve” el acuerdo que firmó el canciller Héctor Timerman con su par iraní el 27 de enero. “El tratado parte de una premisa falsa y va a significar un grave retroceso en la búsqueda de verdad y justicia”, dijo el socialista Rubén Giustiniani en referencia a que Irán no permitiría que el juez y el fiscal interroguen a los acusados. Para el peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá, “no es cierto que el juez va a actuar con el Código Procesal argentino”.
Aníbal Fernández replicó a los opositores: “Se quieren quedar con el beneplácito de la parte de la sociedad que no está de acuerdo”. Así y todo, el oficialismo se mostró contenido y procuró evitar mayores polémicas. Al final José Cano, jefe de bloque de la UCR, le apuntó al ex jefe de Gabinete: “Había dicho que con el terrorismo no se negocia.
¿Qué hizo el canciller desde 2011?”.
La jornada arrancó con una polémica por la intención radical de incluir un proyecto para homenajear a las víctimas de la tragedia de Once, evaluar el estado del transporte público y citar al ministro Florencio Randazzo, y al secretario de Transporte, Alejandro Ramos. Y hasta incluyó un cruce entre el titular del Senado, Amado Boudou, y el jefe del bloque oficialista Miguel Pichetto.
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