La comunidad judía argentina se concentró ayer por la tarde para expresarse en defensa de Israel y a favor de la paz en Medio Oriente, en el marco del cese del fuego entre Israel y el grupo islámico Hamas decretado ayer a partir de la mediación de los gobiernos de Estados Unidos y Egipto. Fue frente al antiguo edificio de la AMIA, epicentro del mayor atentado terrorista de la historia argentina ocurrido en 1994 y a pocos metros de donde actualmente funciona la sede que la mutual israelita comparte con la DAIA y la OSA. Convocada bajo la consigna «Con Israel y por la Paz», el acto fue acompañado desde abajo por autoridades de las tres principales entidades israelitas del país, como el flamante presidente de la DAIA, Julio Schlosser, pero estuvo protagonizado en el escenario por su dirigencia juvenil, que reivindicó «el derecho de Israel a defenderse de los ataques sufridos por su población». «Hoy más que nunca no nos alcanza con un alto al fuego pasajero o frágil. Queremos la paz y la vamos a seguir pidiendo, deseando, rezando y luchando por ella. Una paz duradera que garantice la seguridad de los habitantes de Israel. Sosteniendo el derecho a defendernos y a neutralizar las amenazas, hasta que estas sirenas cesen y callen», dijo desde el atril uno de los jóvenes. En diálogo con Télam, Schlosser sostuvo que «el alto en el fuego ha sido recibido como si fuera una ofrenda del Señor. Hoy estamos reclamando por la paz en Medio Oriente, no por la paz en Israel, sino por la paz para todos. El pueblo palestino y el pueblo de Israel tienen el derecho de vivir en paz y de construir una sociedad más justa». «Yo soy optimista, porque veo que los líderes mundiales han tomado cartas en el asunto y están convencidos de que la paz se puede lograr. Y también están convencidos de que los que no quieren la paz pueden ser identificados y raleados del concierto internacional», afirmó. Además repudió los incidentes protagonizados por militantes de la organización Quebracho frente a la Embajada de Israel y dijo que la postura de la DAIA es la misma que expresó el canciller Héctor Timerman: «Este no es el pensamiento ni el comportamiento de la ciudadanía argentina ni del Gobierno. Todos los que estamos en este país repudiamos este tipo de manifestaciones», sostuvo.
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