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Distinguen a un rabino en el aniversario del Concilio Vaticano II

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, entregó el viernes una distinción al rabino Abraham Skorka, como símbolo de la etapa del diálogo interreligioso que inauguró el Concilio Vaticano II.

En un acto celebratorio de los 50 años de aquella reunión que renovó la Iglesia Católica, la máxima autoridad eclesiástica argentina colgó una medalla del cuello del rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, distinguiéndolo como doctor honoris causa de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Ambos dignatarios se fundieron luego en un abrazo ante el aplauso del público que colmaba el auditorio «Juan Pablo II», de la UCA en Puerto Madero.

Hasta el viernes el doctorado honoris causa de la UCA sólo se había entregado a cardenales y otras personalidades católicas.

Para subrayar el espíritu de apertura que estableció el Concilio, también fue invitado a la ceremonia el pastor metodista Néstor Míguez, cuyo padre asistió como observador a aquella histórica reunión en Roma.

En el estrado también estuvo Raniero Cantalamessa, predicador oficial del Vaticano, junto a autoridades de la UCA.

Desde la platea asistieron el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, la diputada nacional Gabriela Michetti y los embajadores de Israel, Dorit Shavit, y de Alemania, Bernhard Graf von Waldersee, junto a dignatarios religiosos y otras personalidades.

En representación de la DAIA asistió su integrante del Consejo Directivo, Alberto Zimerman.

El público estalló de nuevo en aplausos cuando la pantalla gigante que reproducía en vivo los momentos culminantes de la solemne ceremonia puso en evidencia los ojos húmedos de Skorka antes de iniciar su discurso de agradecimiento.

El homenajeado, tiene 62 años, está casado, tiene dos hijos, es egresado de la Escuela Superior de Ciencias Judaicas, doctor en Química, rabino de la Comunidad «Benei Tikva», presidente del Tribunal Rabínico de la Región Latinoamericana de la Asamblea Rabínica y creador de la cátedra de Derecho Hebreo de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad del Salvador.

El Concilio Vaticano II cuya apertura el 11 de octubre de 1962 fue presidida por el papa Juan XXIII, tuvo otras tres sesiones pero ya conducidas por su sucesor, Paulo VI.

Como se recordó en la ceremonia, aquella reunión «cambió el rostro del catolicismo», entre otras cosas, por su novedosa apertura al diálogo con otras religiones.

Bergoglio y Skorka vienen dialogando públicamente desde hace años, incluso por televisión, y una selección de esos intercambios fue recopilada en el libro “Sobre el cielo y la tierra”.