PRENSA

Cómplices civiles en el nazismo, el apartheid y las dictaduras regionales

La empresa que aportó una sustancia anti graffitis para evitar que los skinheads pintaran esvásticas en el Monumento del Holocausto en Berlín, la compañía Degussa, es la misma que durante el Tercer Reich proveyó a los nazis el gas Zyklon B que utilizaron para exterminar a millones de judíos en los campos de concentración. El caso de Degussa es sólo un ejemplo del modo en que la sociedad alemana abordó la cuestión de los cómplices civiles y empresariales del nazismo. Empresas y ciudadanos que contribuyeron a su modo con el régimen de Adolf Hitler se incorporaron luego a la vida democrática de la posguerra sin que nadie, ni los alemanes ni las potencias aliadas, les exigieran una rendición de cuentas por su responsabilidad en los crímenes cometidos. La escasa memoria sobre los colaboradores civiles de regímenes dictatoriales no es atributo exclusivo de Alemania.