PRENSA

Los judíos polacos reaparecen en las artes

Zuzanna Ziolkowska se enteró de sus raíces judías hace alrededor de diez años. Su madre le comentó un día mientras almorzaban que el padre de Ziolkowska, con el que ella no tiene contacto, era judío. Si bien se sorprendió, señaló que ya de niña sentía un profundo interés por la historia y la literatura judías, con las que se sentía conectada. A partir de esa conversación, la artista de treinta años ha dedicado varios de sus trabajos a explorar su identidad y lo que significa ser judía. Esta primavera (boreal) participó en una muestra colectiva en la galería municipal de BielskoBiala. Pintó una columna de la galería de rojo y amarillo en representación de la sinagoga de esos dos colores que fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial y que estaba ubicada en el predio donde ahora se encuentra la galería. «Pintar es una forma de expresar percepciones de la realidad, y para mí es una manera de elaborar el pasado», dijo. Ziolkowska forma parte de una creciente cantidad de artistas que exploran la dicotomía de ser tanto polacos como judíos en la Polonia del siglo XXI. Escritores, dramaturgos, cineastas y artistas plásticos abordan temas que van desde el antisemitismo y el Holocausto hasta el pasado comunista de sus familias y cuestiones de identidad.