PRENSA

Opinión: El uso de la palabra «nazi». Por Gustavo Noriega

Las palabras tienen distintos espesores de acuerdo con su contexto y es tarea de la inteligencia sopesarlas en cada ocasión. El uso extensivo de la palabra «nazi» y la banalización no necesariamente van de la mano. Cuando una persona es perseguida por sus ideas religiosas, la referencia a la Inquisición es inmediata. Sin embargo, sería absurdo afirmar que se está banalizando ese hecho histórico porque se aplica a un caso que no involucra la tortura y quema del perseguido en plaza pública. Los nazis participan de nuestra conversación pública desde siempre. El sobreentendido sobre su universalidad está dado por una línea gloriosa de Indiana Jones: » Nazis. I hate these guys » («Nazis. Odio a estos tipos.»). La gracia está en la redundancia: ¿qué otra cosa se puede hacer con un nazi sino odiarlo? Sin embargo, como la propia película lo demuestra, el término «nazi» juega un rol diferenciado en cada contexto: desde íconos de la cultura popular hasta perpetradores de genocidios. Se pueden identificar tres instancias posibles del uso de esa palabra: como insulto, como referente de algo indudablemente malo y como caracterización política.