“Esperamos que después de las elecciones el gobierno electo en Egipto se haga cargo de hacer respetar los acuerdos internacionales y de impedir ataques desde su territorio contra ciudadanos y poblados israelíes”. Estas palabras, del ministro de defensa israelí Ehud Barak, fueron la única actitud pública oficial tras el ataque combinado que mató a un civil israelí y luego dejó dos atacantes palestinos muertos por las fuerzas israelíes. El comando palestino formado por lo menos por cuatro integrantes, cruzó ayer la frontera entre Egipto e Israel, colocó un artefacto explosivo sobre el camino de tierra que atraviesan los trabajadores encargados de construir el cerco de seguridad que ha de cerrar la frontera israelí con el Sinaí, esperaron a que llegara el Jeep que lleva a los trabajadores, e hicieron estallar el auto en el que viajaba de Said Phashphashe, de 36 años, que murió en el acto.
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