Luego de los ataques perpetrados contra diplomáticos de Israel en tres de sus embajadas, el primer ministro de ese país, Benjamin Netanyahu, denunció ayer «las actividades terroristas de Irán», que, según él, quedaron en evidencia y constituyen «una amenaza para la estabilidad mundial». El país islámico «es el mayor exportador de terrorismo en el mundo y amenaza el equilibrio mundial. Las actividades terroristas de Irán quedaron claras para todos», sostuvo ante el Parlamento en Jerusalén. Irán «ataca a diplomáticos inocentes a través del mundo. La comunidad internacional debe condenar de la manera más enérgica sus fechorías y fijar límites a las agresiones de ese país, sin lo cual ellas aumentarán», agregó Netanyahu. Estas declaraciones se produjeron pocos días después de las explosiones e intentos de atentados en la India, Georgia y Tailandia. Ataques entre los que, según Israel, existe una conexión.
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