PRENSA

Absueltos dos periodistas que grabaron con cámara oculta a un criminal nazi

¿Tiene los criminales nazis derecho a la privacidad para ocultar su identidad o sus crímenes? Esa es la cuestión que debía dirimir un tribunal alemán que esta tarde ha absuelto a los dos periodistas que se sirvieron de la cámara oculta para desenmascarar y llevar a juicio a Heinrich Boere, al que consiguieron localizar en 2009 en el asilo de ancianos en el que pasaba plácidamente su vejez sin haber respondido ante la Justica por haber pertenecido a las SS en la década de los 40. Gracias al documento audiovisual que consiguieron Jan Ponsen y Jelle Visser fue posible probar que Boere, tal y como él mismo confesó sin saber que había una cámara grabando, se alistó voluntariamente en las SS a los 18 años y fue posteriormente asignado al comando especial Feldmeijer. Era un fanático convencido, según se deduce de sus propias palabras. «Hicimos todo eso porque los judíos nos volvían locos ¿no lo entiende? Además, una orden es una orden», se justificaba. Estas declaraciones, emitidas por el programa de la televisión pública holandesa ‘EenVandaag’, fueron llevadas ante un tribunal, de forma que en 2010 Boere fue condenado a cadena perpetua por su complicidad en crímenes cometidos durante la ocupación de Holanda y como participante de la operación Silbertanne (Abeto de plata), a la que se atribuye el asesinato de al menos 54 civiles.