Irán muestra nuevamente los dientes con acciones militares tendientes a advertir la capacidad efectiva de bloquear el estrecho de Ormuz y generar una crisis mundial de desabastecimiento de petróleo. El 40% de los hidrocarburos que se consumen en el globo utiliza esa vía. Al mismo tiempo, Teherán envía mensajes prometedores sobre una cierta disposición a negociar el programa nuclear y limitar la producción de uranio enriquecido. Los ensayos de un nuevo misil con capacidad de alcanzar a Israel y las bases de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, forman parte también de un alarde militarista que pronostica un complejo 2012 ya que Estados Unidos advirtió que la V flota con asiento en Bahréin no tolerará la interrupción del tráfico marítimo. Estos hechos se producen en circunstancias que Estados Unidos y la Unión Europea ha aumentado las sanciones a Teherán por la continuación del programa nuclear percibido como uno tendiente a obtener un arma nuclear. La reacción de Teherán puede significar que las sanciones en aplicación, e intensificadas desde 2005, empiezan a surtir efecto. Existen numerosos síntomas y la moneda local se desplomó antes de iniciar el nuevo año. Asimismo, el clima social y las diferencias entre el gobierno y los sectores religiosos más intransigentes empiezan a mostrar grietas serias en un año electoral donde se renueva el Parlamento y el Presidente enfrentará el desafío de conservar mayoría después de las disputadas y controvertidas elecciones presidenciales de 2009. (…) * Ex Vicecanciller de la República Argentina.
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