Gran Bretaña ha amenazado con “serias consecuencias” contra Irán, después de que un grupo de manifestantes y “estudiantes” islamistas atacaran ayer la embajada británica en Teherán. Arrojaron bombas molotov, rompieron la imagen de la reina, quemaron la bandera, arrancaron el escudo de armas real y en un segundo edificio, “robaron documentos confidenciales” y tomaron seis rehenes, luego liberados. El primer ministro David Cameron convocó con urgencia al comité COBRA, máximo organismo de seguridad interfuerza e interministerial británico, y hoy informará a la Cámara de los Comunes. Horas después de que el Parlamento debatiera el lunes la expulsión del embajador británico en Teherán por la posición del reino frente a la política nuclear iraní se inicio una manifestación de “estudiantes”, islamistas y muchas mujeres militantes, que se desbordó y avanzó sobre el “compound” diplomático inglés. Las imágenes eran similares a las de los estudiantes iraníes, que ocuparon la embajada norteamericana el 5 de noviembre de 1979 en Teherán, y desencadenaron una de las peores crisis diplomáticas de la historia del siglo XX.
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