Un día después de concretada la primera fase del polémico canje de prisioneros con Hamas, la preocupación en Israel se centró en el estado de salud del soldado Gilad Shalit, liberado por el grupo islamista palestino, y las secuelas que le dejarán los más de cinco años de cautiverio en Gaza. Sin embargo, los primeros exámenes médicos realizados a Shalit mostraron que sus condiciones físicas generales eran mejores de lo esperado. De acuerdo con el sitio web Ynet, incluso el propio soldado llegó a bromear ante los médicos militares que le hicieron los primeros chequeos. «Esperaba que se sorprendieran por mi buen estado», les dijo. Además, los médicos dijeron que la situación nutricional de Shalit se encontraba dentro de lo razonable, pese a su evidente delgadez y a su palidez, originada por la falta de sol.
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