PRENSA

Cristina abre la puerta al diálogo con Irán por el caso de la AMIA

Faltaban tres minutos para el mediodía en una calurosa y encapotada Nueva York cuando le llegó el turno a Cristina Kirchner de hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. No hubo sorpresa en los tópicos que repasó durante los 25 minutos en los que improvisó sin leer, como acostumbra. Pero sí en el contenido de sus definiciones.
La más impactante fue su decisión de abrir la puerta a un diálogo con Irán para intentar avanzar en el juzgamiento de los responsables del atentado a la AMIA. Esa novedad y su fuerte respaldo a la incorporación de Palestina como miembro pleno a las Naciones Unidas generaron reacciones encontradas entre los miembros de la colectividad judía que la acompañaron en esta ciudad.
La Presidenta respondió a la carta que le había llegado desde Teherán el 16 de julio pasado en la que el régimen iraní se ofrecía a “cooperar” e “iniciar un diálogo constructivo” que permita esclarecer el atentado contra la mutual judía en 1994. No había mayores precisiones, pero fue la primera señal después de años en que el gobierno iraní rechazó cualquier posibilidad de colaborar con la Justicia argentina que requiere la indagatoria de ocho jerarcas del régimen sospechados de haber tramado el ataque.
“El mensaje recibido de Irán, si bien significa un cambio de actitud del gobierno, no constituye en sí mismo una satisfacción a nuestros reclamos que son los de justicia. Sin embargo, se trata de un ofrecimiento de diálogo que la Argentina no puede ni debe rechazar ”, dijo la Presidenta, al compararlo con el diálogo que nuestro país reclama a Gran Bretaña por la soberanía de Malvinas.
“Lo que sí queremos decir es que creemos que ese diálogo debe ser constructivo , que debe ser un diálogo sincero y que debe tener resultados para poder ser creíble y no ser entendido como una maniobra dilatoria o distractiva”, aclaró Cristina.
La delegación iraní tomó nota con frenesí. Pero ninguno de sus miembros se acercó a dar señales a los funcionarios argentinos. Según pudo saber Clarín , como otra muestra de buena voluntad y al revés de años anteriores, esta vez Cristina no le ordenó al embajador Jorge Argüello que se levante de su curul cuando hable hoy en el plenario el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad. Habrá que ver si da alguna precisión sobre la oferta de cooperación, aunque los iraníes nunca se han referido al tema AMIA en la Asamblea.
Cristina también reiteró la oferta realizada el año pasado de que un eventual juicio se realice en un tercer país . Irán nunca dio plafón favorable para esa oferta, pero Argentina dejó en evidencia que pone a disposición de los iraníes todas las alternativas posibles.
La Presidenta cree que no hay muchas más cartas por jugar. Lo único que restaría es logar que la comunidad internacional utilice alguna suerte de amenaza de represalias o sanciones para forzar a Irán a responder al reclamo argentino por Justicia. Así se lo comentó a los familiares de las víctimas de la AMIA que pudieron dialogar brevemente con Cristina tras su discurso, según pudo establecer Clarín .
También en el reclamo por Malvinas sorprendió Cristina. Es que acompañó su pedido de diálogo a Gran Bretaña con una amenaza de revisar los entendimientos mínimos provisorios vigentes, como el vuelo de LAN entre Punta Arenas y Puerto Argentino que realiza una escala en Rio Gallegos cada 15 días ( ver página 9 ).
Cristina incluyó en su discurso sus habituales críticas a los organismos internacionales de crédito, en especial el FMI, y a las calificadoras de riesgo. Reclamó reformas para “una regulación en materia de movimientos de capitales y especulación financiera y se quejó porque hace tiempo que se viene hablando del tema pero hasta ahora sólo hubo “cambios cosméticos” ( ver página 10 ). Por supuesto, reivindicó el modelo de crecimiento argentino, antes de hacer una fuerte invocación para que Palestina sea integrada como nuevo estado en la ONU.
Al mediodía, Cristina compartió el almuerzo en la ONU con Hillary Clinton, el libanés a cargo del Consejo de Seguridad, Michel Suleiman, y el secretario general de la OTAN, Anders Rasmussen. Por la tarde se reunió con su par chileno y a las 19.50, sin dialogar con la prensa, partió hacia el aeropuerto. La esperaba en la puerta del hotel una decena de argentinos con el cartel “Sumate a Cristina. Nueva YorK”.